Trabajamos día a día para sostener nuestro estilo de vida, para darnos gustos, para alcanzar nuestros sueños.
Lo que más nos asusta a todos es perder, o que nos quiten, lo que tanto nos cuesta conseguir.
El #riesgo es la incertidumbre; la probabilidad que un hecho no deseado ocurra.
El #daño es la consecuencia, de que ese hecho no deseado, haya ocurrido.
La reparación de ese daño, tiene un #costo.
El costo, siempre se paga.
Los seguros nos pueden ayudar a reducir el costo de ese daño.
¿Los seguros se contratan porque son obligatorios?
No todo es lo que parece.
La obligación legal de algunos seguros, apuntan a proteger los derechos de otras personas, no los nuestros.
Esta obligación se fundamenta en nuestras responsabilidades civiles y contractuales.
En el caso de evadir esta responsabilidad,eventualmente será nuestro patrimonio, el que responda en caso de un reclamo.
Por eso, los seguros obligatorios no se contratan por ser compulsivos; se contratan para cuidar nuestro patrimonio.
Lo mismo ocurre con los seguros que no son obligatorios
Todos los seguros se contratan para compartir el riesgo, minimizar los costos, y así , cuidar nuestro patrimonio
Pensá en los seguros que tenés hoy contratado.
¿Te acordás cuáles son?
¿Sabés qué parte del capital de tu patrimonio tenés asegurado y cuál no?
¿Estás tranquilo con que ese capital alcanza a cubrir el riesgo? ¿Sabés qué parte del daño estará a tu cargo?
Con tu póliza en mano, te prometo dar respuestas a estas preguntas.
Espero tu consulta
Saludos, Mercedes